Climate Change
EJERCICIO DE REVISIÓN DESPUES DE LA ACCIÓN
The evaluation report outlines the efforts of the Climate Change and Resilience Program, which focuses on enhancing the capacities of vulnerable populations to manage extreme climate events and other natural disasters. One significant project aims to conserve and restore forest landscapes in the municipalities of La Reforma, El Quetzal, and Colomba Costa Cuca. This initiative seeks to build on previous conservation efforts by strengthening local governance through the establishment of Environmental Management Units. Key activities include the formulation of municipal environmental policies and the reactivation of stakeholder dialogue to ensure community participation. Additionally, the project supports community-level training for volunteer promoters and the implementation of biocultural productive projects that diversify agroforestry systems. Running from December 1, 2022, to May 31, 2024, the project covers 33 communities and is funded by the Tropical Forest Conservation Fund (FCA).
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Guatemala: A food insecurity constant reality
From 2020 to 2022, 21.1% of Guatemala’s population was affected by severe food insecurity, with a gender food gap of 0.3 million. According to a study conducted by CARE in Guatemala in 2022 in Guatemala’s dry corridor, 42% of households had exhausted all grain from the previous harvest; 33% had grain reserves lasting only three more months or less; 21% of households incurred debt to purchase food; 38% of households reduced their meal sizes; 22% of respondents ate less or abstained entirely, prioritizing their children's meals; 31% skipped at least one meal daily. IPC predicted that food security is expected to deteriorate from June to August 2023, due to the rise in food prices. In total, it is estimated that approximately 604 thousand people (3% of the population) are in Emergency (Phase 4) and close to 3.6 million (21% of the population) in Crisis (Phase 3).
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Impacto del cambio climático en la Inseguridad Alimentaria Áreas afectadas por ETA, IOTA y Julia
La depresión tropical Julia impactó en Guatemala, entre el 7 y 10 de octubre de 2022. Los estragos causados por esta tormenta se logran entender en el marco de un año con lluvias estacionales intensas, que mantenían al país con un alto porcentaje de humedad en los suelos. Los departamentos más afectados fueron: Izabal, Alta Verapaz, Huehuetenango, Quiché, Petén, Zacapa, Chiquimula y Suchitepéquez. Estos departamentos, coinciden con la mayoría de los que fueron afectados por Eta e Iota en el año 2020, por lo cual, el impacto de Julia fue enorme. A esto se sumaban los efectos de la pandemia por COVID-19, que aún presenta rebrotes con bajas tasas de vacunación de la población. Este contexto humanitario complejo y multifactorial, que se tenía al momento del ingreso de la depresión tropical Julia, explica en gran parte, la difícil situación enfrentada por la población afectada.
En octubre de 2022, en el Informe, CONRED reportó que las lluvias asociadas a depresión tropical Julia provocaron 1995 incidentes, con deslizamientos de tierra, derrumbes, hundimientos, inundaciones, entre otros. Fueron afectadas 1,358,158 personas, se evacuaron 58,634 y 19,372 fueron damnificadas, de las cuales 10,319 fueron llevadas a albergues. El perfil de las familias más afectadas muestra que el mayor impacto lo tuvieron hogares rurales y pertenecientes a los pueblos indígenas Q’eqchi’, K’iche’, Mam, Kaqchikel, Garífuna y Chorti´, y con ingresos menores a 3 mil quetzales, que se dedican principalmente a la agricultura de subsistencia, servicios, ventas y trabajos informales. La Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades –EDAN-, desarrollada por CONRED, reportó que las viviendas afectadas fueron 2,303 en riesgo, 2,946, con daño leve, 15,430 con daño moderado y 996 con daño severo. Las infraestructuras públicas dañadas fueron 450 carreteras afectadas, 7 carreteras destruidas; 199 escuelas afectadas; 124 puentes dañados, 14 puentes destruidos, 14 puentes hamaca dañados y 1 destruido. (Gobierno de Guatemala, 2022)1
La depresión tropical Julia, ha impactado directamente en la calidad de vida de las personas afectadas, dejando pérdidas que profundizan su pobreza y precariedad:
• El 62% de las familias entrevistadas, ya habían sido afectadas por Eta e Iota en 2020. Es decir que son poblaciones con una situación constante de amenaza y precarización por la pérdida continua de sus medios de vida. Las pérdidas principales fueron debido a inundaciones, deslaves y derrumbes; afectando tierras, siembras, cosechas, semillas, árboles y animales de patio, y en menor medida, ganado, equipo y
herramientas y vehículos.
• De las 107 personas entrevistadas, un 35% tuvo daños en su vivienda. De estas, solo tres familias han recibido apoyo para reparar daños o reconstruir su vivienda. Muchas de estas familias ya habían tenido daños con las tormentas Eta e Iota en 2020.
• En el acceso al agua, el 4% de las familias tuvo daños severos en sus sistemas de agua y 5% perdieron el acceso al agua, debido a la destrucción de tuberías, pozos y contaminación de fuentes de agua.
• En lo relacionado con el acceso a servicios de salud, las comunidades que no tienen puesto de salud no tuvieron acceso a atención con personal de salud o a medicamentos durante la emergencia. Al igual que en otros RGA realizados anteriormente, se constata que el sistema de salud tiene limitadas capacidades para atender a la población, así como, para responder a emergencias y atender a la población afectada.
• El RGA reporta que las personas entrevistadas, en su mayoría, tienen ingresos inferiores al salario mínimo y al precio de la Canasta Básica Ampliada – CBA-. El 62% de las familias tienen ingresos menores a tres mil quetzales, y de estos, el 31% son inferiores a 1,500 quetzales. Estos ingresos no les permite generar condiciones para enfrentar este tipo de emergencias.
• En su mayoría, las familias dependen de los pocos medios de vida que poseen, y que se vieron afectados por las lluvias, inundaciones y deslaves. Read More...
En octubre de 2022, en el Informe, CONRED reportó que las lluvias asociadas a depresión tropical Julia provocaron 1995 incidentes, con deslizamientos de tierra, derrumbes, hundimientos, inundaciones, entre otros. Fueron afectadas 1,358,158 personas, se evacuaron 58,634 y 19,372 fueron damnificadas, de las cuales 10,319 fueron llevadas a albergues. El perfil de las familias más afectadas muestra que el mayor impacto lo tuvieron hogares rurales y pertenecientes a los pueblos indígenas Q’eqchi’, K’iche’, Mam, Kaqchikel, Garífuna y Chorti´, y con ingresos menores a 3 mil quetzales, que se dedican principalmente a la agricultura de subsistencia, servicios, ventas y trabajos informales. La Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades –EDAN-, desarrollada por CONRED, reportó que las viviendas afectadas fueron 2,303 en riesgo, 2,946, con daño leve, 15,430 con daño moderado y 996 con daño severo. Las infraestructuras públicas dañadas fueron 450 carreteras afectadas, 7 carreteras destruidas; 199 escuelas afectadas; 124 puentes dañados, 14 puentes destruidos, 14 puentes hamaca dañados y 1 destruido. (Gobierno de Guatemala, 2022)1
La depresión tropical Julia, ha impactado directamente en la calidad de vida de las personas afectadas, dejando pérdidas que profundizan su pobreza y precariedad:
• El 62% de las familias entrevistadas, ya habían sido afectadas por Eta e Iota en 2020. Es decir que son poblaciones con una situación constante de amenaza y precarización por la pérdida continua de sus medios de vida. Las pérdidas principales fueron debido a inundaciones, deslaves y derrumbes; afectando tierras, siembras, cosechas, semillas, árboles y animales de patio, y en menor medida, ganado, equipo y
herramientas y vehículos.
• De las 107 personas entrevistadas, un 35% tuvo daños en su vivienda. De estas, solo tres familias han recibido apoyo para reparar daños o reconstruir su vivienda. Muchas de estas familias ya habían tenido daños con las tormentas Eta e Iota en 2020.
• En el acceso al agua, el 4% de las familias tuvo daños severos en sus sistemas de agua y 5% perdieron el acceso al agua, debido a la destrucción de tuberías, pozos y contaminación de fuentes de agua.
• En lo relacionado con el acceso a servicios de salud, las comunidades que no tienen puesto de salud no tuvieron acceso a atención con personal de salud o a medicamentos durante la emergencia. Al igual que en otros RGA realizados anteriormente, se constata que el sistema de salud tiene limitadas capacidades para atender a la población, así como, para responder a emergencias y atender a la población afectada.
• El RGA reporta que las personas entrevistadas, en su mayoría, tienen ingresos inferiores al salario mínimo y al precio de la Canasta Básica Ampliada – CBA-. El 62% de las familias tienen ingresos menores a tres mil quetzales, y de estos, el 31% son inferiores a 1,500 quetzales. Estos ingresos no les permite generar condiciones para enfrentar este tipo de emergencias.
• En su mayoría, las familias dependen de los pocos medios de vida que poseen, y que se vieron afectados por las lluvias, inundaciones y deslaves. Read More...
LIVELIHOODS FOR RESILIENCE ACTIVITY
In October2019, CARE Ethiopia commissioned Care Plc. to conduct repeated annual intermediate result (IR) assessment of the Livelihoods for Resilience Activity over the coming three years, corresponding to the fiscal year of the project from 2019-2022. The study involves assessing project’s intermediate result that have been achieved based on the key performance indicators using information collected randomly selected project participating households as well as conducting multiyear trend analysis of changes in the well-being of project participants based on panel data are collected from 400 households . Read More...
Farmer Field Business Schools and Village Savings and Loan Associations for promoting climate-smart agriculture practices: Evidence from rural Tanzania
How can stakeholders (e.g., governments and their extension services, private sector, policy makers and NGOs) effectively stimulate the adoption of climate-smart agricultural (CSA) practices among small-scale farmers in developing countries? Changes in temperatures and rainfall lead to new risks of drought as well as erratic and excess rainfall (Ericksen et al., 2011; WMO, 2020). Many farmers experience climate change as a threat since crop yields that farmers needed to sustain themselves are adversely affected (IPCC, 2014; WMO, 2020). At the same time, the agricultural sector also contributes to climate change since agricultural greenhouse gas (GHG) emissions (nitrous oxide, methane, and carbon dioxide) are among the significant drivers of global warming (CCAFS, 2021). Read More...
Enhancing adaptive capacity of women and ethnic smallholder farmers through improved agro-climate information in Mai and Samphanh district, Phongsaly Province, Laos
The Agro-Climate Information for the Adoption of Resilient Farming Practices by Women and Ethnic Minority Farmers (ACIS2) is implemented by CARE International in Lao PDR. The project financed by the Ministry of the Environment, Climate and Sustainable Development (MECDD) in Luxembourg, is designed to support poor and vulnerable households in remote, rural areas and to enable women and ethnic minority farmers in Mai and Samphanh districts (Phongsaly province) to better anticipate risks and opportunities related to climate variability thus improving their response through participatory and equitable agro-climatic planning. The project’s aim is to contribute to SDG 13 by increasing climate resilience of women and ethnic minority farmers in northern Laos.
The purpose of the evaluation was to determine the project’s success in implementing activities and in attaining the project’s goals and expected results. The ACIS2 has implemented a wide variety of activities to increase the resilience of ethnic communities to climate change and climate variability. The project has been successful in achieving its objectives and expected results. Project provide the weather forecast and agriculture advisory and support for cardamom production, intercropping galangal, pineapple, fruit trees, bee keeping, vegetable gardening, improved rice production and support to women’s savings and loans groups which has resulted in reducing the impact of climatic hazards and improving farmers’ incomes.
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The purpose of the evaluation was to determine the project’s success in implementing activities and in attaining the project’s goals and expected results. The ACIS2 has implemented a wide variety of activities to increase the resilience of ethnic communities to climate change and climate variability. The project has been successful in achieving its objectives and expected results. Project provide the weather forecast and agriculture advisory and support for cardamom production, intercropping galangal, pineapple, fruit trees, bee keeping, vegetable gardening, improved rice production and support to women’s savings and loans groups which has resulted in reducing the impact of climatic hazards and improving farmers’ incomes.
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Building Livelihoods and Resilience within Climate Change (BLRCC) Project in Kalomo District of Southern Province
The baseline was conducted to establish baseline values on agriculture, nutrition, and climate change-related topics. Specific objectives included: examining knowledge, attitudes, behaviors and practices related to agriculture, nutrition, gender, and livelihoods of small-scale farmers in the district and identifying programmatic priorities and approaches through in-depth interviews with key stakeholders such as government staff, and community leaders, and project beneficiaries. Read More...
Coping with Drought and Climate Change in Zambia (CDCC) Project in Gwembe District of Southern Province
Zambia is currently experiencing severe food insecurity and water shortages due to the worst drought seen in the country since 1981. A total of 2.3 million people are affected and are currently in need of humanitarian assistance. The purpose of this project was to improve the food and nutritional security of drought-affected small-scale farmers in Zambia, specifically Gwembe District, to restore their livelihoods, and to enhance their resilience to future climate threats. Read More...
Climate Learning and Advocacy for Resilience (CLAR) Programme
Climate Learning and Advocacy for Resilience (CLAR) was a CARE Denmark global programme that during the years 2018-2021 provided technical support to CARE country programmes. The overall objective of CLAR was “Adaptive capacity and resilience of vulnerable communities to climate change impacts, risks and uncertainties has increased.” The programme had three interrelated specific objectives, focusing on (1) demonstrating good practice, innovation and impact in climate resilience, and generating new evidence and learning, (2) improving capacity and influence among CSOs and networks on global and national policies, plans and projects on climate change adaptation and finance, and (3) strengthening of climate knowledge brokering for multi-stakeholder, cross-discipline and South-South learning and coordination.
The intention with CLAR was to link practical approaches and outcomes in climate change adaptation work with influencing policy and planning processes, in particular national adaptation plans (NAPs) and finance. CLAR was to add value to CARE country programmes through the provision of technical support for integration of climate change adaptation implementation as well as cross-country learning and knowledge sharing. CLAR targeted both local, national, and global policy spaces to promote pro-poor, equitable and effective adaptation policies, and mechanisms. Through the Southern Voices on Adaptation (SVA) advocacy community of practice, CLAR supported the sharing of experiences and best practices in different contexts on how to influence adaptation policies and adaptation finance. Read More...
The intention with CLAR was to link practical approaches and outcomes in climate change adaptation work with influencing policy and planning processes, in particular national adaptation plans (NAPs) and finance. CLAR was to add value to CARE country programmes through the provision of technical support for integration of climate change adaptation implementation as well as cross-country learning and knowledge sharing. CLAR targeted both local, national, and global policy spaces to promote pro-poor, equitable and effective adaptation policies, and mechanisms. Through the Southern Voices on Adaptation (SVA) advocacy community of practice, CLAR supported the sharing of experiences and best practices in different contexts on how to influence adaptation policies and adaptation finance. Read More...